Doctorandas 2.0
La semana pasada intercambiamos experiencias doctorales Tiscar y yo. Ella lleva mucho tiempo analizando cual es el alma de los blogs y yo acabo de empezar a buscar dónde está la yugular de las bitácoras para succionar todo lo que pueda automáticamente clavando unos colmillos parserdianos. Ambas tenemos visiones diferentes, ella busca la esencia, yo el automatismo. Pero todo tiene su punto de encuentro y parte del aura de los blogs puede ser extraída con un poco de maña e imaginación. Con alevosía y nocturnidad escribo este post una vez que he actualizado el modelo de datos con parte de la esencia de blogs que ha descubierto Tiscar. Desde aquí le quiero dar las gracias porque en poco tiempo he podido completar más que satisfactoriamente el modelo de datos. Pero la noche, siempre nos hace darle vueltas a las cosas y me asalta la duda que tanto esfuerzo de extracción de información me llevará a conclusiones virtuales. En la blogosfera reina el seudónimo bajo el cual se distorsiona la realidad de forma incontrolada. Se tocan los dos extremos: la cruda realidad que jamás saldría a la luz escrita bajo un el nombre real hasta la mentira que no se creería el más ingenuo. Diferenciar la verdad de la mentira, la realidad de la fantasía me puede llevar al monólogo de Segismundo en el que reflexiona sobre la vida: ¿Qué es un blog? Un frenesí. ¿Qué es un blog? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor blog es pequeño: que todos los blogs son sueños, y los sueños, sueños son. Me voy a dormir que no son horas :-)
Julen Sin identidades ficticias la blogosfera sería menos de la mitad. El tener más de una identidad es un juego que tiene su emoción y no confundirlas es todo un arte.
Tíscar ¡Qué razón tenía Nietzsche! En este mundo complicado decir la vedad tiene un precio muy alto pero esconderla también le pasa factura al individuo. La máscara es la tercera vía para sobrevivir en un mundo en donde la verdad es casi una obscenidad.
Las gracias a ti por tu ayuda. Me gusta más el verbo compartir que el competir.
Escuché una frase atribuida a Nietzsche que decía algo así como «dale una máscara a un hombre y entonces te dirá la verdad».
Pd. un placer compartir modelos. Son estas cosas de la red, que uno encuentra los compañeros de doctorado que no tuvo en el presencial, de los buenos, de los que intercambian bibliografía, se corrigen, cuestionan, comentan, etc. GRACIAS.
En la última sesión de Aprendices hablamos un buen rato de la impostura en los blogs. Cuando creas un personaje estás sacando a la luz una nueva forma de arte. Conozco dos casos -diferentes- en los que me atrevería a decir que las identidades ficticias no son sino expresiones artísticas.